La contaminación de la cuenca del Alto Atoyac sigue siendo uno de los desastres más graves en la historia ambiental de Puebla y Tlaxcala. La voz de la Dra. Estefanía Martínez Tavera emerge como referente científico y ético ante el saneamiento integral que se anuncia, pero no llega.

La Cuenca del Alto Atoyac ha sido objeto de estudios científicos masivos desde inicios del milenio. En una conferencia que tuvo lugar en la sede del Cupreder, el pasado 7 de octubre del 2025, la Dra. Estefanía Martínez Tavera, reconocida profesora e investigadora de la Facultad de Ingeniería Ambiental en la UPAEP, especializada en gestión ambiental, calidad del agua, geoquímica y genotoxicidad, recordó que

“la emergencia fue reconocida formalmente en 2017 por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, lo que impulsó una colaboración multidisciplinaria y comunitaria en la región, aunque, como siempre ocurre, la falta de presupuesto ha sido el mayor obstáculo” (Martínez Tavera, 2025; CNDH, 2017).

Estefanía Martínez Tavera
Exposición de la Dra. Martínez Tavera en la sede del Cupreder / Imagen: Cupreder

Sobrediagnosticados y terminales, los ríos del Atoyac sufren la contaminación industrial que avanza implacable, mientras las plantas de tratamiento, “con tecnología de hace 100 años”, son insuficientes, los monitoreos oficiales maquillan los datos recolectados por la academia (Martínez Tavera, 2025) y el saneamiento integral de la cuenca, gestionado por el gobierno federal, parece anunciar otra ronda de depuradoras de agua obsoletas, sin consenso vecinal ni planeación a gran escala.

Bajo la coordinación de Estefanía Martínez Tavera, se han realizado muestreos rigurosos que superan los alcances del monitoreo normativo de CONAGUA, enviando muestras a laboratorios internacionales para garantizar validez y amplitud.

“La búsqueda de contaminantes va más allá de la normativa nacional”, afirma la investigadora, “no hay presupuesto que te alcance en México, así que hemos recurrido a colaboraciones internacionales” (Martínez Tavera, 2025).

Metales, microplásticos y rutas de exposición: hallazgos contundentes

El equipo de Estefanía Martínez Tavera documentó que el río Alseseca supera incluso al Atoyac en sus niveles de metales pesados: manganeso, cromo, cobre, zinc y mercurio. Esta información correspondería, según la especialista,

“a una tormenta silenciosa que se evidencia únicamente cuando aparecen síntomas en la población, muchas veces de manera irreversible” (Martínez Tavera, 2025; Martínez-Tavera et al., 2021).

El biomonitoreo acuático y alimentario reveló que los peces, especialmente la tilapia que se cultiva y pesca en la laguna de Valsequillo, resultan afectados por la bioacumulación de mercurio y plomo. “El mercurio que desaparece aguas abajo termina en los peces”, advierte la Dra. Martínez Tavera, quien subraya el riesgo cancerígeno en quienes consumen estas especies:

“Urgen medidas regulatorias en el consumo de tilapia del embalse y otros productos ribereños” (Martínez-Tavera et al., 2021).

Otra vía de exposición es el lirio acuático, donde el equipo evidenció que los metales pesados se acumulan en las raíces (rizomas) y en hojas usadas como forraje para ganado.

“Mientras exista contaminación que lo alimente, seguirá habiendo lirio. El reto es el manejo adecuado para evitar que esos metales se transfieran al ganado y, por ende, a los humanos”, puntualiza la Dra. (Martínez Tavera, 2025).

Biomonitoreo en comunidades: evidencias que duelen

Una de las contribuciones más relevantes de la Dra. Estefanía Martínez Tavera es el estudio de biomonitoreo en comunidades altamente expuestas como Santa Ana Xalmimilulco, San Martín Texmelucan y San Baltazar Tetela. Las cifras son alarmantes:

“El 99% de los participantes presentó al menos una alteración clínica: anemia, insuficiencia renal o parámetros carcinogénicos, aunque no se diagnosticó enfermedad como tal”, relata Estefanía Martínez Tavera en la conferencia (Martínez Tavera et al., 2024, en revisión).

La mayor incidencia de parámetros fuera de rango relacionados a disruptores hormonales presentes en los microplásticos tiene género.

“Las mujeres presentan más parámetros anormales y son más vulnerables en contextos de exposición múltiple”, señala la investigadora (Martínez Tavera, 2025).

El mapeo espacial, realizado por el equipo interdisciplinario, evidenció la coincidencia entre los casos de cáncer, insuficiencia renal y anemia con la presencia de maquilas textiles y queserías en las calles identificadas.

“Cuando la gente habla de sus síntomas, lo denomino morbilidad sentida. Sabemos que más del 20% de la población identifica síntomas potencialmente mortales, lo que confirma la vulnerabilidad sistémica a la exposición, especialmente en viviendas con pozos artesanales y sin acceso a agua potable segura”, concluye la Dra. Estefanía Martínez Tavera (Martínez Tavera, 2025).

El desafío de los microplásticos textiles

El monitoreo analítico encabezado por la Dra. Estefanía Martínez Tavera en agua, sedimentos y lirio reveló un hallazgo preocupante:

“Un fuerte componente de los microplásticos encontrados tiene origen textil, lo que indica una nueva ruta de exposición para disruptores hormonales y contaminantes emergentes de difícil regulación” (Martínez Tavera, 2025; Martínez-Tavera et al., 2020).

Los riachuelos del Alto Atoyac: basureros al aire libre / Imagen: cortesía de Periódico Central

La crisis hídrica es otro aspecto que inquieta profundamente a Estefanía Martínez Tavera:

“Nos enfrentamos a la posibilidad de que Puebla tenga desabasto estructural para el año 2030, no sólo por la cantidad sino por la calidad del agua disponible”, alerta en su exposición (Martínez Tavera, 2025).

Impacto en la cadena alimentaria y rutas de exposición diversa

Los cultivos de jitomate, acelga, rábano y cilantro irrigados con agua del río Atoyac presentan trazas de metales pesados.

“La estadística oficial puede decir una cosa, pero la realidad local confirma el riesgo. El agua volvía amarilla la ropa blanca y eso es prueba para cualquier habitante” (Martínez Tavera, 2025).

Asimismo, los animales alimentados con lirio y los peces ribereños de la laguna de Valsequillo transfieren contaminantes y riesgos alimentarios a la mesa de las familias de la región.

Estefanía Martínez Tavera resalta que la solución no puede ser fragmentaria, sino estructural y sistémica:

“No basta con atacar el síntoma, hay que ir a la raíz: la fuente contaminante y las inequidades de acceso a agua segura”, enfatiza (Martínez Tavera, 2025).

Estefanía Martínez Tavera ante la respuesta institucional

A lo largo de su investigación, la Dra. Estefanía Martínez Tavera ha señalado la insuficiencia política y tecnológica de las respuestas institucionales. Algo en lo que coninciden muchos.

“El problema persiste porque el gobierno no va a la fuente contaminante para empezar; existen ochenta grandes contaminantes identificados y se podría empezar por parar a las cincuenta empresas más contaminantes”, expuso Aurelio Fernández, director de CUPREDER tras la intervención de la académica de la UPAEP.

La doctora en Ingeniería Ambiental criticó el “amortiguamiento” en los datos oficiales y denunció el desmantelamiento de estaciones de monitoreo tras los cambios administrativos del 2018:

“Las estaciones que instalamos permitieron identificar perfectamente cuándo, cómo y a qué horas se hacían las descargas. Hoy esa información no está disponible públicamente”, puntualiza (Martínez Tavera, 2025).

En el análisis de plantas de tratamiento, la experta advirtió que “la mayoría funcionan con tecnología de hace más de cien años, son obsoletas y consumen mucha energía”, lo que imposibilita una regeneración efectiva del río y de la calidad de vida en la cuenca.

Salud pública, morbilidad sentida y justicia ambiental

Uno de los puntos clave en la conferencia de Estefanía Martínez Tavera fue la justicia ambiental y la visibilización de la “morbilidad sentida”, es decir, el sufrimiento no diagnosticado pero vivido cotidianamente:

“En nuestra encuesta, el 20% de la población identifica síntomas potencialmente mortales, como cáncer, insuficiencia renal y anemia, que coinciden con las zonas donde hay mayor densidad de maquilas, industrias o pozos contaminados” (Martínez Tavera, 2025).

La especialista también llama la atención sobre la dificultad de establecer causalidad epidemiológica directa en un entorno donde convergen múltiples variables.

“Una de nuestras colaboradoras en salud predijo: si continúa la exposición, estos niños probablemente van a padecer alguna enfermedad hematológica y/o renal. Hay factores genéticos, de edad, y ambientales; pero si camina como pato, vuela como pato, parece pato… es pato”, declara Martínez Tavera en tono crítico (Martínez Tavera, 2025).

Perspectivas de acción

Aunque el diagnóstico es severo, Estefanía Martínez Tavera apuesta por soluciones ancladas en la integración de la comunidad, la innovación científica y la participación social: “

Es fundamental socializar el conocimiento, utilizar sistemas de información georreferenciada y fomentar la educación ambiental. Solo así se podrá enfrentar la emergencia y abrir un escenario posible para revertir el daño” (Martínez-Tavera et al., 2022).

Insiste en el enfoque “One Health”: “La salud humana y ambiental son una sola. Si queremos salvar el futuro de Puebla y Tlaxcala, debemos actuar sobre todas las rutas de exposición de manera sistémica y sostenida”, concluye con convicción (Martínez Tavera, 2025).

Reflexiones finales

El análisis de la contaminación en la Cuenca del Alto Atoyac, desde la perspectiva integral de la Dra. Estefanía Martínez Tavera, revela una trama compleja de responsabilidades y daños invisibilizados por la rutina y la inercia institucional.

La palabra y el trabajo de Estefanía Martínez Tavera se han convertido en referencia obligada para quienes exigen un nuevo trato, no solo para el medio ambiente, sino para el derecho a la salud y a la vida de las comunidades de Puebla y Tlaxcala.

El rastro de metales pesados, microplásticos y enfermedades asociadas trasciende las estadísticas. Se traduce, como señala la propia investigadora, en

“el drama cotidiano de familias cuyos hijos presentan alteraciones clínicas sin diagnóstico formal, pero con consecuencias que serán irremediables a largo plazo si no se actúa ya” (Martínez Tavera, 2025).

No basta con sancionar a industrias ni rehabilitar viejas plantas: la propuesta, respaldada por datos y experiencia, exige un viraje radical hacia la gobernanza participativa, la innovación tecnológica y la justicia ambiental. El futuro de la cuenca del Alto Atoyac, y por tanto de Puebla y Tlaxcala, dependerá de que la sociedad y el Estado actúen de manera informada, sistémica y ética.

Lista de referencias

Castresana, G., Tamariz, V., López, L., Hernández, F., Castelán, R., Morán, J.L., García, W.A., Díaz, A. & Handal, A. (2018). Atoyac River Pollution in the Metropolitan Area of Puebla, México. Water, 10(3), 267. https://doi.org/10.3390/w10030267

CNDH. (2017). Recomendación no. 10/2017 sobre la violación a los derechos humanos a un medio ambiente sano, saneamiento del agua y acceso a la información, en relación con la contaminación de los ríos Atoyac, Xochiac y sus afluentes; en agravio de quienes habitan y transitan en los municipios de San Martín Texmelucan y Huejotzingo, Puebla; y Tepetitla de Lardizábal, Nativitas e Ixtacuixtla de Mariano Matamoros, Tlaxcala. https://www.cndh.org.mx/documento/recomendacion-102017

Martínez-Tavera, E., Rodríguez-Espinosa, P. F., Shruti, V. C., Sujitha, S. B., Morales-García, S. S., & Muñoz-Sevilla, N. P. (2017). Monitoring the seasonal dynamics of physicochemical parameters from Atoyac River basin (Puebla), Central Mexico: multivariate approach. Environmental Earth Sciences, 76(2). https://ouci.dntb.gov.ua/en/works/lDgz1jd4/

Martínez-Tavera, E., Duarte-Moro, A. M., Sujitha, S. B., Rodriguez-Espinosa, P. F., Rosano-Ortega, G., & Nora Expósito. (2020). Microplastics and metal burdens in freshwater Tilapia (Oreochromis niloticus) of a metropolitan reservoir in Central Mexico: Potential threats for human health. Chemosphere, 128968. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0045653520331659

Martínez-Tavera, E., et al. (2021). Metal concentrations in aquatic environments of Puebla River basin, Mexico: natural and industrial influences. Environmental Science and Pollution Research, 24(3), 2589–2604. https://doi.org/10.1007/s11356-016-8004-3

Martínez-Tavera, E., et al. (2022). Evaluación socioambiental de las relaciones salud-agua en comunidades piloto de la Cuenca del Alto Atoyac

Martinez-Tavera, Estefanía & Maimone-Celorio, María & Aguilar, Shaila & Aguillón, Axel & Soler, Montserrat & Pérez, Lusmila & Huesca, Angélica. (2024). Evaluación socioambiental de las relaciones salud-agua en comunidades piloto de la Cuenca del Alto Atoyac. En: Problemas socioambientales en la Cuenca del Alto Atoyac: diálogos transdisciplinarios: CONAHCYT

Martínez-Tavera, E., et al. (2024, en revisión). Biomonitoreo de metales pesados en sangre, orina y cabello de menores de edad en comunidades de la Cuenca Alto Atoyac. En proceso de publicación UPAEP.

Onodet

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.